La Costilla de cerdo es un corte lleno de personalidad, perfecto para quienes buscan una carne jugosa, tierna y cargada de sabor. Bien preparada, la carne se desprende fácilmente del hueso y queda envuelta en una capa dorada e irresistible.
Muy versátil, puede hacerse a la parrilla, asada lentamente al horno o ahumada al estilo bafo —siempre garantizando una explosión de sabor en cada bocado.
Ideal para un almuerzo especial o esa parrillada distinta que sorprende a los invitados.
Consejo de Preparación:
Sazona con una mezcla de sal, pimienta, ajo y hierbas frescas. Envuelve la costilla en papel de aluminio y llévala al horno o a la parrilla a fuego medio durante unas 2 horas. Finaliza sin el papel, pincelando con salsa barbacoa o miel para crear una capa caramelizada y brillante. Sírvela con papas asadas y ensalada fresca.